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Algunos médicos como el donostiarra Justo María Zabala cargaron tinta contra el puritanismo y las doctrinas que consideraban la sífilis como un castigo de origen divino, pero generalmente y aunque exculpasen a las prostitutas de su situación, todo el control médico recaía sobre ellas. Se hacen informes sobre cómo proteger a los niños y evitar que se les ponga a trabajar a edad temprana, sin que tengan fuerzas y desarrollo para soportar las fatigas del trabajo.

Johns Hopkins University Press, Sin duda debe atribuírsele el mérito como precursor en el estudio de esta materia, aunque se haya centrado exclusivamente en la documentación legal evitando cualquier aproximación a las posibles resistencias Las Prostitutas Segundo Ensanche por la aplicación de la estricta normativa y a las vidas de las mujeres dedicadas a la prostitución.

A pesar de que aduce repetidas veces la necesidad de incluir el enfoque de género e insertar el estudio de la prostitución dentro de la historia de la sexualidad, sus obras carecen de ambos enfoques manteniéndose dentro del campo de la historia social.

A partir de los años ochenta se multiplicaron, con mayor o menor acierto, las aproximaciones locales hacia el campo de estudio de la historia de la prostitución partiendo de documentación primaria. Matilde Cuevas en colaboración con Luis Enrique Otero Carvajal aborda la regulación de la prostitución en Madrid, estudio que complementa con Las Prostitutas Segundo Ensanche acercamiento sociológico a la figura de la prostituta También han abordado otras cuestiones relacionadas con la sexualidad como la construcción socio- sexual del cuerpo femenino, el disciplinamiento de los cuerpos e incluso en colaboración 36 Guereña, Jean Louis.

Dynamis: Acta Hispanica ad Medicinae Scientiarumque. Historiam Illustrandam, vol. El tiempo de la prostitución reglamentada.

Madrid Servicio de publicaciones, Diputacion provincial, Ayer, n. De historia prostitutionis. Cit, pp. Aproximación a la consideración social de la prostituta», en Ordenamiento jurídico y realidad social de las mujeres. Sexo y razón: una genealogía de la moral sexual en España. Ed Txalaparta. A través de sus artículos analiza los roles de género durante el primer tercio del siglo XX en Bizkaia y la forma en la que las identidades de las clases subalternas elaboraban estrategias de Las Prostitutas Segundo Ensanche frente a los discursos estigmatizadores de las clases dominantes Si bien la autora, que parte de una cronología y fuentes similares a las de este trabajo, esboza conceptos interesantes como la existencia de una solidaridad específica de clase entre estas mujeres o la posibilidad de que las prostitutas trascendiesen la identidad de víctima para desarrollar estrategias de resistencia, apenas esboza la distribución espacial de la prostitución en Bilbao dejando abierta la posibilidad de cartografiar sobre mapa una verdadera geografía de la prostitución bilbaína.

Profesiones, oficios y tareas de las mujeres en Bizkaia. Las Prostitutas Segundo Ensanche Foral de Bizkaia,pp La documentación de origen municipal que algunos artículos ya han abordado recoge el papel del Ayuntamiento como Las Prostitutas Segundo Ensanche principal en la gestión sanitaria y policial de la prostitución.

Argitarapen Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea, La calle y el conflicto en el moderno Madrid, Visión estelar de un momento de la Historia. UCM, Finalmente debe señalarse la ausencia de investigaciones académicas que aborden en conjunto la prostitución en las tres capitales vascas o incluso la totalidad de la provincia de Bizkaia.

Repertorio de fuentes Los estudios en torno a la prostitución en España presentan a menudo importantes carencias asociadas Las Prostitutas Segundo Ensanche la escasez de fuentes. Reglamentos de higiene especial.

No se ha procedido sin embargo al vaciado de las secciones de higiene especial de las anteiglesias y municipios circundantes que completaría el mapa de la oferta prostitucional bilbaína. Denuncias y expedientes. En primer lugar, aportan datos como la identidad del denunciante y de la persona denunciada, así como el artículo del reglamento que había sido Las Prostitutas Segundo Ensanche y la pena correspondiente.

Por otra parte, el propio proceso administrativo que seguía a la denuncia y que generalmente terminaba con la imposición de una multa o el ingreso de la interesada en la casa galera si era declarada insolvente resulta de interés como prueba del control Las Prostitutas Segundo Ensanche por las autoridades. Finalmente, las direcciones que acompañaban la denuncia permiten situar en el mapa los domicilios en los que fue practicada la prostitución clandestina o donde convivieron prostitutas clandestinas con otras dadas de alta.

Información estadística del padrón. Los expedientes y denuncias, principales objetos de estudio de este trabajo junto con las sucesivas reglamentaciones y sus respectivos añadidos y modificaciones, deberían Las Prostitutas Segundo Ensanche con la información estadística del padrón. Esta herramienta permitiría cruzar los datos de los registros y las cartillas con los datos aportados por el Padrón Municipal. Estas fichas, rellenadas anualmente por el cabeza de familia de cada hogar muestran detalles fundamentales para el estudio del contexto social que rodeaba los barrios obreros en los que se ejercía en Las Prostitutas Segundo Ensanche la prostitución.

Las referencias a viviendas y alquileres y las alusiones al estado civil, las relaciones de parentesco o la ocupación son sin duda necesarias para acercarse a la realidad social del Bilbao decimonónico y seguir las transformaciones económicas y sociales de una ciudad en proceso de cambio. Las cédulas personales que las prostitutas estaban obligadas a llevar en todo momento con ellas y los registros aportan siempre el oficio al que se dedicaban anteriormente Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitutas, así como su estado civil, habitualmente solteras o viudas Al igual que las denuncias, los procesos judiciales incluyen vivencias personales y detalles que escapan a la fría lógica de los reglamentos.

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Los seis documentos emitidos por el Negociado de la Policía Local muestran los recursos de alzada promovidos por individuos descontentos frente a las multas que el Ayuntamiento les había impuesto. La imposición de una multa, especialmente si el delito era la prostitución clandestina, podía suponer un motivo de escarnio para el afectado e incluso derivar en su expulsión del vecindario.

Lolitas, amancebados y busconas: Relaciones de género en los barrios populares madrileñospp En cualquier caso, la totalidad de los recursos fueron desestimados por la comisión provincial V. Cédulas, patentes y comprobantes. Finalmente, un dato de interés es la aparición de notificaciones del traslado de Las Prostitutas Segundo Ensanche procedentes de otras ciudades a la Villa de Bilbao. En estas fichas se daba de baja a dichas mujeres en el registro de sus respectivas ciudades de procedencia y se advertía al negociado de higiene de la llegada de nuevas prostitutas no matriculadas.

Aparecen notificaciones correspondientes a las secciones de higiene especial del Gobierno Civil de las provincias de Madrid, Santander, Las Prostitutas Segundo Ensanche, Valladolid entre otras. A pesar de que lo apresurado de las notas y el mal estado en el que se hayan algunas de ellas dificulta su comprensión, parece bastante claro que se dio una estrecha colaboración entre las secciones de higiene especial de las distintas ciudades españolas Libros de registro El Las Prostitutas Segundo Ensanche Histórico de la Diputación de Bizkaia comprende los libros de registro en los que eran inscritas las prostitutas de la Villa.

La indignación de Las Prostitutas Segundo Ensanche vecinos que compartieron calles y espacios de sociabilidad con las prostitutas seguramente dejó huella en los espacios que los periódicos dedicaban a la opinión de los lectores o a las cartas al director y pueda rastrearse consultando en la hemeroteca publicaciones como El Centenario BilbaoEl Correo Vascongado o El Nervión BilbaoLa Gaceta del Norte o el Nacionalista.

Las publicaciones asociadas a partidos políticos de izquierda o sindicatos hacían también alusión al fenómeno de la prostitución, tratando de dar la vuelta al discurso hegemónico entre las clases dominantes. Los medios socialistas trataron de revertir el discurso que envilecía Las Prostitutas Segundo Ensanche la mujer obrera enfatizando sus cualidades como madre trabajadora y a pesar de exculpar a las prostitutas, a quienes consideraban víctimas de los Las Prostitutas Segundo Ensanche de la burguesía, olvidaron que también los obreros acudían a las mancebías.

La Lucha de Clases, periódico de la agrupación socialista de Bilbao editado de afue una de las primeras publicaciones vizcaínas de izquierdas y dedicó numerosas publicaciones a la denuncia de la prostitución, describía a las prostitutas como inocentes hijas del pueblo, víctimas de la lujuria y el vicio de los señores y denunciaban la degeneración de los ricos como generadores corruptores de las clases obrera. Asquerosa gangrena que mantiene unos cuantos Las Prostitutas Segundo Ensanche verdes y holgazanes, que son los verdaderos corruptores de la juventud, explotadores de la miseria Representaciones literarias La narrativa permite también acercarse a la representación social de la figura de la prostituta.

La suciedad, la pobreza y la marginación son las protagonistas de las corrientes del realismo y el naturalismo. Esta tendencia surge en la Francia decimonónica, desde donde se extiende por toda Europa. La mujer se integra en la literatura realista como un elemento marginal ajeno al status quo sociopolítico junto con los delincuentes y los enfermos mentales. Escritores como Zola, de origen social burgués, representan a la prostituta como a una mujer de clase humilde dominada por la ambición que somete y degrada al hombre a través de la sexualidad, pero cuyas armas terminan volviéndose contra ella.

Los relatos a menudo eran protagonizados por inocentes jóvenes de clase obrera seducidas por miembros de Las Prostitutas Segundo Ensanche burguesía y caídas en desgracia o sumidas en la miseria y obligados por las circunstancias 57 Veloso, Isabel.

Tipos femeninos en las novelas del realismo y el naturalismo francés. Nana, p. Les Las Prostitutas Segundo Ensanche, A menudo se jugaba con la idea del matrimonio, pero el hilo narrativo terminaba conduciendo a un final infeliz en el que la prostituta termina sola y abandonada por todos.

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La prostitución enfocada desde óptica científica característica del XIX goza de una mayor tolerancia, se aceptaba como mal menor y se regula a fin de evitar la propagación de enfermedades. Algunos médicos como el donostiarra Justo María Zabala cargaron tinta contra el puritanismo y las doctrinas que consideraban la sífilis como un castigo de origen divino, pero generalmente y aunque exculpasen a las prostitutas de su situación, Las Prostitutas Segundo Ensanche el control médico recaía sobre ellas.

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Planos del catastro. La inclusión de este tipo de soporte permite registrar las direcciones en las que se practicaba la prostitución legal o clandestina. Para la elaboración de este trabajo se han incluido dos mapas, en uno de ellos se señalan Las Prostitutas Segundo Ensanche colores los principales barrios y focos prostitucionales, mientras que en un segundo se comparan las direcciones de prostitución clandestina extraídas de las denuncias y las direcciones de las casas de tolerancia permitidas por el Ayuntamiento.

La información visual permite situar en su contexto las calles que denuncias y registros señalan de forma constante, observar los principales Las Prostitutas Segundo Ensanche y los barrios que rodearon a estos enclaves.

dad de derechos respecto al hombre 2. El punto de contacto entre la prostitución y el higienismo, el campo de ba- talla donde se libró el arduo combate. »Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo.

Los sucesivos reglamentos que entre y rigieron esta actividad, han sido en demasiadas ocasiones separados de la documentación cotidiana que acompañó a su expedición. Si las cédulas y especialmente los registros permiten un acercamiento sociológico que pone nombre, edad y procedencia a unas mujeres invisibles para los reglamentos, las denuncias resultan un material extremadamente revelador ya que cuestionan por completo la racionalidad que caracterizó a los reglamentos de higiene especial. Sería muy ingenuo plantearse que las autoridades no estuviesen al tanto de los intercambios sexuales clandestinos y de que solo los proxenetas se enriquecieron actuando al margen de la ley.

Numerosas voces, especialmente las de los socialistas, denunciaron la juventud de las mujeres que ofrecían sus cuerpos en las calles de la capital bilbaína y se restringió la edad de acceso al mercado Las Prostitutas Segundo Ensanche primero a diecisiete y posteriormente a Las Prostitutas Segundo Ensanche. Es cierto que Las Prostitutas Segundo Ensanche dotó de recursos legales a las mujeres que viesen como sus bienes materiales eran requisados por unas amas alarmadas por el continuo trasvase de pupilas que decidían ejercer de forma autónoma.

Abolicionismo o regulación. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocupaban una posición equívoca y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano. Sexualidades peligrosas. Al recato de las mujeres burguesas se contraponía el concubinato asociado a las clases trabajadoras. Género e identidad de clase. La construcción Las Prostitutas Segundo Ensanche la clase obrera vizcaína durante el primer tercio del siglo XX.

La moralidad de los habitantes de barrios obreros fue cuestionada a través de una serie de discursos que dudaban de la moralidad de las mujeres de clase trabajadora enjuiciando las condiciones de hacinamiento en las que vivían y Las Prostitutas Segundo Ensanche la ausencia de barreras físicas que separasen la vida de ambos sexos. Con el endurecimiento del Reglamento de Higiene Especial de la Villa de Bilbao la moralidad femenina proletaria fue cuestionada hasta el punto de asimilar mujer obrera y prostituta.

El hecho de que las mujeres de clase obrera fuesen objeto de observación por parte de las normativas higienistas hizo de su comportamiento y apariencia uno de los ejes fundamentales de Las Prostitutas Segundo Ensanche respetabilidad de la propia comunidad.

Al mismo tiempo la prostitución pasó a considerarse una de las principales pruebas de la depravación moral de las clases obreras. Desde el punto de vista higiénico era considerado un ser enfermo, foco de enfermedades venéreas e insalubridad. Los discursos socialistas 62 Díaz Freire, J.

La construcción de la identidad y la diferencia en el País vasco a finales del siglo XIX. Sesión del 4 de enero de Citado en Llona, Miren. Realmente no se daba siquiera la posibilidad a estas mujeres caídas de restituir su dignidad e incorporarse a la sociedad. La lucha de clases. Se concebía a la prostituta como una víctima inocente y carente de pasión sexual de forma que en parte la defensa de su figura pasaba de nuevo por encuadrarla como un Las Prostitutas Segundo Ensanche involuntario incapaz de elaborar estrategias de resistencia y privado de subjetividad.

Muy diferente fue la acogida del imaginario asociado a la prostituta entre las mujeres de clase trabajadora, forzadas a controlar su comportamiento para evitar ser confundidas con prostitutas. Joan Scott señala las contradicciones y debates suscitados por el empleo femenino que el ideario socialista llegó a considerar un problema suscitado por la explotación capitalista al que se debía poner solución La propia percepción de la mujer trabajadora como fuente de corrupción68 terminó siendo asimilada por los partidos de izquierda y Las Prostitutas Segundo Ensanche adopción por parte de los medios socialistas de los discursos defensores de la domesticidad, reflejo del universo sociocultural de clase media, perjudicó a las propias mujeres obreras.

Javier Freire por su parte, señala la asimilación entre trabajador y maqueto, estando muchas de las políticas higienistas dirigidas a Las Prostitutas Segundo Ensanche obreros inmigrantes. P Walkowitz, J. Madrid, Taurus,tomo IV, pp. En EE. Oxford Journals,pp Op Cit, pp Estas investigaciones encubiertas pretendían determinar el modo en el que se llevaba a cabo la trata de mujeres, así como las nacionalidades y edades medias.

El modelo político prostitucional francés sirvió de base a los reglamentos aprobados primero en Italia —en tuvo lugar la aprobación del Reglamento Cavour— y posteriormente en algunas ciudades españolas. Universidad de Costa Rica, En cuanto a los antecedentes en nuestro país muchas ciudades entre los siglos XV y XVII regularon el acceso de las mujeres a la prostitución a modo de profilaxis social Posteriormente algunos reglamentos pasaron a introducir revisiones sanitarias periódicas.

En estas regiones posiblemente no arraigó el sistema de tolerancia y regulación imperante en otros espacios Las Prostitutas Segundo Ensanche porque la conducta sexual y la prostitución se regulaban a través de formas de control informal ajenas a los cauces oficiales. Esta particularidad hace que a pesar de que Bilbao y el resto del norte peninsular no quedasen al margen de las nuevas corrientes higienistas, la reglamentación a mediados del XIX supusiese una novedad frente al resto de enclaves peninsulares El primer reglamento relativo a la prostitución en la Villa de Bilbao vio la luz el 1 de mayo de En él se recogía el establecimiento de la denominada Sección de Higiene Especial y las prerrogativas tanto del médico higienista como de los dos inspectores de higiene especial nombrados por el ayuntamiento.

Los artículos divididos por secciones recogen las preocupaciones que acuciaban a las autoridades respecto a la prostitución y la forma de abordarlas. Se pretendía atajar dos tipos de contagio: físico y moral. La proliferación de escritos y tratados en los que se teorizaba acerca de la promiscuidad de las clases obreras y especialmente sobre la naturaleza de la prostituta se debe a una necesidad de justificación de la superioridad moral de las clases medias, frente a un proletariado Las Prostitutas Segundo Ensanche e incivilizado.

La relación entre la burguesía y las clases subalternas europeas Las Prostitutas Segundo Ensanche el patrón orientalizante que justifica la autoridad europea frente al Medio Oriente, necesitado de la tutela del colonizador Sayad, Abdelmalek, La double absence. Paris : Éditions du Seuil, José Javier Freire plantea que la burguesía vasca se autodefinía precisamente como clase fuerte y vigorosa frente a unas clases subalternas enfermas y transmisoras de Las Prostitutas Segundo Ensanche y epidemias como resultado de su Las Prostitutas Segundo Ensanche de higiene Miren Llona señala que la ausencia de domesticidad, es decir la falta de barreras físicas que separasen la vida de hombres y mujeres, cuestionaba la moralidad de la mujer proletaria, frecuentemente asimilada a la figura de la prostituta.

Cit, Introducción al Reglamento de Higiene Especial de Con cada reglamento, las prostitutas vieron como sus libertades se restringían bajo la legitimización de un discurso médico que no afectaba por igual a los hombres que accedían a sus servicios. El objetivo principal de este apartado no es la reproducción completa de la normativa higienista, sino dar respuesta a cuestiones como los criterios que llevaron a las autoridades a regular la actividad prostitucional y seguir con especial atención las variaciones y adiciones que acompañaron cada aprobación de un nuevo reglamento permitiendo desentrañar sin excesiva dificultad los miedos Las Prostitutas Segundo Ensanche ansiedades que la prostitución despertaba entre Las Prostitutas Segundo Ensanche clases dirigentes.

Finalmente es importante resaltar que la ley no siempre se hace para ser cumplida si no como un medio al que acceder cuando se pretende controlar un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades.

Reglamento de Higiene Especial El reglamento de se configuró como la base normativa a partir de Las Prostitutas Segundo Ensanche cual se desarrolló la regulación del Las Prostitutas Segundo Ensanche sexual en Bilbao a lo largo del período que este trabajo pretende abordar. Las variaciones respecto a esta primera normativa fueron mínimas y la mayor parte de los artículos fueron repitiéndose de forma Las Prostitutas Segundo Ensanche sin 83 de Anquera, Benedicto.

Reformas sociales información oral y escrita practicada en virtud de la Real Orden de Ministerio Las Prostitutas Segundo Ensanche trabajo y seguridad social, p Los reglamentos regulaban la prostitución como cualquier otra actividad económica y recogían las tarifas asociadas a la categoría de cada prostíbulo.

Las casas donde las prostitutas tengan morada fija. Las de citas, donde son admitidas las prostitutas aisladas. Artículo 25 Cada una de estas categorías estaba subdivida en tres clases. En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas. Los inspectores de higiene especial fueron sustituyendo las atribuciones que anteriormente habían venido desempeñando los veladores nocturnos, principalmente la realización de pesquisas a fin de documentar los comportamientos moralmente sospechosos y comunicar las infracciones a las autoridades judiciales para la imposición de la multa correspondiente en caso de infracción de alguno de los artículos del reglamento.

Para ello se dividió la Ría en dos secciones, margen izquierda y margen derecha, en la que los inspectores prestaban servicio temporal y alternativamente: 84 AHDB. Artículos 24 y Otra figura fundamental era la del médico higienista que trataba semanalmente a las prostitutas para descartar enfermedades sexuales y especialmente la temida sífilis. Parece bastante probable que a finales del siglo XIX en Bilbao se diese un aumento de los contagios de enfermedades de transmisión sexual o que existiese una mayor conciencia respecto a los riesgos que dichas enfermedades acarreaban.

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Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el laboratorio bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis. El doble código de moralidad sexual, que justificaba el acceso de los hombres al consumo de prostitución al tiempo que regulaba todos los aspectos de la vida de estas mujeres fue una constante Las Prostitutas Segundo Ensanche todos los países occidentales en los que se aprobaron reglamentaciones.

Artículo Op Cit. Al presionar para que hubiera una inspección médica de las prostitutas mientras se negaban a imponer un examen genital periódico para los soldados que constituían su clientela, los arquitectos de estas leyes reforzaban una doble moralidad sexual … Se mostraban muy seguros respecto al imperativo fisiológico del deseo sexual para los hombres, pero daban frecuentes rodeos en relación con las mujeres.

Walkowitz, Judith. La Las Prostitutas Segundo Ensanche de las pasiones terribles. Narraciones Las Prostitutas Segundo Ensanche peligro sexual en el Londres victoriano, pp Universitat de València, Instituto de la Las Prostitutas Segundo Ensanche.

Véase también P. De las prostitutas I. Se prohíbe a las prostitutas: - Salir de casa en traje poco decente o en estado de embriaguez. Aunque no fuera así, la reglamentación parecía abrir la puerta a que se sancionara a las mujeres que trasgrediesen las normas Las Prostitutas Segundo Ensanche o bordeasen los límites de la indecencia.

La postura regulacionista, que en España despertó inicialmente las iras de los conservadores, no buscaba la supresión de la prostitución, al contrario. Las Prostitutas Segundo Ensanche esta manera los apetitos sexuales masculinos no pondrían en riesgo a las mujeres honradas y los ayuntamientos pasaban a sacar provecho de una muy rentable actividad económica. Uno de los aspectos que preocupaba especialmente al Negociado de Higiene eran las bajas y altas en los libros de registro.

Por ello se vigilaba durante meses la Las Prostitutas Segundo Ensanche de las mujeres que manifestasen su intención de abandonar la actividad 91 AHDB. De las prostitutas: Se temía que la inmoralidad y el comportamiento de estas mujeres pudiese ser imitado induciendo Las Prostitutas Segundo Ensanche la corrupción de otras mujeres.

Ninguna familia burguesa contrataría nuevamente a una prostituta como sirvienta e idéntica suerte les aguardaba en los oficios textiles. Solo les quedaba trasladarse allí donde no fuesen conocidas, lo que entrañaba enormes dificultades ya que debían comunicar al Negociado de Higiene sus idas y venidas o el matrimonio. Si bien algunas mujeres abandonaron la prostitución para casarse, no todas lo conseguían ya que pocos hombres querían a una mujer caída como esposa, aunque es cierto que cualquier sospecha sobre ellas desaparecía al quedar bajo el control Las Prostitutas Segundo Ensanche un hombre, mientras que aquellas que abandonasen la profesión por iniciativa propia se veían sujetadas a una libertad vigilada durante años.

Capítulo II, De las prostitutas. De hecho, entre los datos recabados en el AHDB rarísima vez aparecen prostitutas cuyo estado civil sea el de casadas. Ayuntamiento un nuevo reglamento que pasó a sustituir al anterior. Si bien continuó vigente la normativa del 73, se profundizó en la legislación, se añadieron detalles y se derogaron disposiciones contrarias a la nueva normativa: Capítulo VII: Disposiciones generales Artículo Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a la aplicación de este Reglamento.

Las Prostitutas Segundo Ensanche VII: Disposiciones generales. Capítulo II: De Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitutas. Casas con pupilas internas 2. Casas de recibir donde concurran las ambulantes. Capítulo III: De las amas; sus casas y clases. Artículos 9 a Reglamento de Higiene Especial Archivo de la diputación de Vizcaya Las pupilas dependían de las amas que les ofrecían a costa de su libertad un hogar y seguridad frente a los peligros que podía suponer el ejercicio de la prostitución en solitario.

La relación entre ama y pupila recuerda a las relaciones entre maestros y aprendices características del sistema gremial. Artículos A menudo las amas alegaban que las ropas y adornos eran un préstamo que permitían utilizar a sus pupilas para mejorar su aspecto y por tanto pertenecían al negocio. Las pupilas tenían siempre deudas con las amas de prostíbulo y terminaban quedando atadas a ellas. Los siglos XIX y XX fueron testigos de un progresivo aumento del poder de los médicos sobre las prostitutas, que rompe con la idea de que el liberalismo y la disolución gremial conllevaron una flexibilización de 98 Roquero, Charo, Op Cit, pp Cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen las prostitutas, aunque no fuese venérea, debía ser tratada en el hospital donde a la enferma se la mantendría en cuarentena y alejada de su trabajo, especialmente si afectaba a la piel.

Sin embargo, no se permitía a los higienistas darles asistencia médica en caso de contraer cualquier enfermedad no susceptible de contagio poniendo Las Prostitutas Segundo Ensanche evidencia que el bienestar de las mujeres no tenía cabida en el Reglamento.

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En caso de que la prostituta contrajese una enfermedad incurable era dada de baja en los registros de forma definitiva 99 En general y desde la edad moderna se produjo Las Prostitutas Segundo Ensanche sustitución de los saberes femeninos Las Prostitutas Segundo Ensanche al cuerpo de la mujer y especialmente a la maternidad por un discurso médico que estigmatizaba a figuras como la matrona.

Capítulo IV: Del facultativo. Los inspectores dependían directamente del médico higienista y debían llevar un registro de altas y bajas en el que se anotasen los reconocimientos sanitarios de pensionistas y aisladas, así como cualquier observación relativa a su cargo.

Tenían también la obligación de conducir al hospital a las prostitutas enfermas y de entregar sus respectivas cartillas en el Negociado de higiene, así como devolvérsela una vez se les hubiese dado el alta y se hubiesen tomado las anotaciones pertinentes. Capítulo V: Inspección y vigilancia. En caso de insolvencia, las afectadas sufrirían arrestos correspondientes a la suma que estuviesen forzadas a abonar El estudio de los reglamentos, así como la Las Prostitutas Segundo Ensanche relativa a multas y denuncias suscitada por la aplicación del mismo permite rehacer en parte la vida de estas mujeres a medio camino entre la casa galera, el prostíbulo y el hospital, y también acercarse a la figura del ama.

Ni siquiera recogen la posibilidad de que un hombre dirigiese una mancebía y desde luego no se dirige ninguna prerrogativa hacia los clientes, quienes siempre disfrutaron de total libertad y anonimato. Las Prostitutas Segundo Ensanche mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la prostituta. No sólo se mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera vez el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para ejercer la prostitución.

Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en él se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión ha sometido al someterlo v.

Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v. Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial. Capítulo II: Administración del servicio de Las Prostitutas Segundo Ensanche especial. Artículos 2 a En caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, debía esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro.

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Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre del registro eran la muerte y el matrimonio. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el control que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas. Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia debían a su vez someterse a examen en el caso de no superar los cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos.

Todos estos dispositivos de control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la Las Prostitutas Segundo Ensanche de ejercer un férreo control sobre su comportamiento. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas Las Prostitutas Segundo Ensanche respecto a su edad.

Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de sociabilidad masculina de burdel a edades muy tempranas Se pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados. Capítulo IV: Las Prostitutas Segundo Ensanche las casas de prostitución y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que no se restringían Las Prostitutas Segundo Ensanche idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, oscuro y agobiante en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo preocupaba evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud de las mujeres.

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Tanto Las Prostitutas Segundo Ensanche apartados dedicados a Las Prostitutas Segundo Ensanche médicos como aquellos que se dirigían a los inspectores recogen con claridad la prohibición de acepar cualquier estipendio extraordinario o soborno por parte de amas y pupilas.

Es posible que parte del personal dependiente del Negociado de higiene cometiese irregularidades que obligasen a tomar medidas legales. Capítulo III: De Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitutas.

También se prohibía a los inspectores que incurriesen en alguna falta del reglamento y aceptasen sobornos. Capítulo V: Medidas sanitarias. Capítulo VI: Inspección de vigilancia. Capítulo IV: De la prostitución y las casas de citas.

Reglamento de Higiene Especial Las variaciones respecto al anterior reglamento fueron mínimas, siendo la principal el establecimiento de la edad mínima de acceso a la prostitución en veintitrés años: Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Artículo Queda expresamente prohibido a las amas de casas de tolerancia, el admitir a muchachas menores de veintitrés años.

El temor a un posible comercio con los cuerpos de mujeres europeas de clases medias excluía a las mujeres trabajadoras, a las que se continuó viendo como foco de enfermedad y degeneración.

Moral panics. Routledge, London, Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados Las Prostitutas Segundo Ensanche las enfermedades venéreas. Capítulo V: Del facultativo. Artículos 51 y A su vez Las Prostitutas Segundo Ensanche encomendaba a los dos inspectores de higiene elegidos por el Ayuntamiento actuar con especial discreción, poniendo cualquier duda que les surgiese en conocimiento de la alcaldía: Capítulo VI.

Buena parte de los fondos pertenecientes a la sección de higiene especial de Bilbao corresponden a las numerosas denuncias suscitadas por infracciones de la normativa reglamentista. Se han seleccionado entre los miles de denuncias que conforman los fondos municipales, aquellas en las que no se conoce la identidad del denunciante.

Las Prostitutas Segundo Ensanche ha intentado proporcionar una muestra significativa que permita completar la información obtenida a través del estudio del reglamento. Las estrategias de poder implican siempre una multiplicidad de estrategias de resistencia como Las Prostitutas Segundo Ensanche y las acciones de los afectados por el régimen reglamentista no redujeron a la interiorización de los mecanismos de poder disciplinario. Amas y prostitutas trataron de evadir los férreos controles médicos e incluso trataron de apoyarse en la normativa para volverla a su favor o tratar de eliminar a la competencia apelando al reglamento.

Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban a los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha. Otras denuncias proceden de los médicos higienistas, que a menudo Las Prostitutas Segundo Ensanche en las casas de tolerancia prostitutas enfermas. Frente a Las Prostitutas Segundo Ensanche casos aislados en los que las denuncias procedían de particulares y vecinos, la regulación de la prostitución Las Prostitutas Segundo Ensanche especialmente a las autoridades, fieles representantes de los intereses de las clases hegemónicas.

La regulación del comercio prostitucional conllevó sin duda importantes ganancias a través de los arbitrios que cobraba el Ayuntamiento a las casas de tolerancia, era realmente todo un negocio ya que de alguna manera eran las propias autoridades las que Las Prostitutas Segundo Ensanche como proxenetas participando indirectamente de los beneficios asociados al comercio sexual.

Por otra parte, si los reglamentos ni tan siquiera recogen la posibilidad de que hubiese hombres implicados en el negocio y siempre se habla de amas, las denuncias sacan a la luz la identidad de particulares masculinos plenamente implicados en el comercio carnal. Sin embargo, no deja de resultar paradójico que siempre fuesen hombres, excepto las hermanas de la caridad de las casas de misericordia, quienes regiesen sobre el destino de estas mujeres.

Por complacer a un hombre cometí mi primera falta y después pasé de un hombre a otro. Los policías nos ponen las manos encima. Los hombres nos examinan, nos manipulan, nos arreglan. Las Prostitutas Segundo Ensanche, Charo. Historia de la prostitución en Euskal Herria, Txalaparta,pp También fueron hombres quienes redactaron una normativa higienista Las Prostitutas Segundo Ensanche hacía a la mujer responsable del contagio de enfermedades venéreas.

De ellos, sin embargo, no Las Prostitutas Segundo Ensanche pista alguna la documentación relativa a la sección de higiene especial. Se hacen informes sobre cómo proteger a los niños y evitar que se Las Prostitutas Segundo Ensanche ponga a trabajar a edad temprana, sin que tengan fuerzas y desarrollo para soportar las fatigas del trabajo.

El ejercicio clandestino de la prostitución y las infracciones fueron castigados a través de las multas que estipula el reglamento y que iban de las Citado en Butler, Josephine. The garrison towns of Kent. Shield, 9 de mayo de La prostitución y sus reglamentos. Madrid, Este terminó siendo el caso de Ignacia Otaegui a quien, en primer lugar, en los veladores nocturnos le impusieron diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas por dedicar su domicilio a la prostitución clandestina.

La pena consistió en diez días de arresto y Las Prostitutas Segundo Ensanche multa de cincuenta Las Prostitutas Segundo Ensanche. Denunciante: Celadores nocturnos De hecho, en se le impone otra multa por la desaparición de una de las pupilas de un burdel situado en Bilbao la Vieja que estaba en período de observación médica.

Sin embargo, la mencionada Ignacia Otaegui no siempre fue capaz de afrontar las multas que le fueron impuestas y en fue declarada insolvente tras negarse a pagar en Las Prostitutas Segundo Ensanche ocasiones. Aclaraba incluso a los agentes del orden que trataron de imponer la multa que en su casa hacía aquello que ella creía conveniente sin verse obligada a dar explicaciones Las Prostitutas Segundo Ensanche nadie. Algunos de los documentos que el expediente de Ignacia Otaegui alberga resultan ilegibles y el decreto en el que Las Prostitutas Segundo Ensanche la pena impuesta a la afectada ha desaparecido, si aparece notificado sin embargo el requerimiento en el que se recoge la puesta en libertad de la reclusa.

Su fin era la reeducación de las mujeres caídas, aunque no Las Prostitutas Segundo Ensanche albergaban prostitutas sino también ladronas, pobres, vagabundas y otras reas, aunque con el tiempo terminaron dedicadas casi exclusivamente a las mujeres de vida airada La mayor parte de los discursos sobre la sexualidad ya fuesen religiosos, Arch.

Cit pp El instinto sexual se aisló como un instinto biológico y psíquico autónomo. Al mismo tiempo que se analizaban todas las anomalías que pudiesen afectar al sistema sexual, se prestó atención a la normalización y patologización de la conducta al tiempo que se busca una tecnología correctiva de dichas anomalías Sus antinaturales pulsiones sexuales eran sin embargo fundamentales para el correcto funcionamiento de una sociedad que ya no requería la limitación del sexo a su papel reproductor.

El inspector de higiene especial D. En el caso de la denuncia impuesta por el Alcalde del Foucault, Michel. Tomo I: La voluntad de saber. Siglo XXI,pp El inspector de higiene propone que se haga pagar 30 pesetas de multa a la acusada.

Sin embargo, finalmente se le impone la multa Por otra parte, los establecimientos dedicados al ocio nocturno podían turbar la tranquilidad del vecindario, impidiendo el descaso de quienes debían levantarse pronto para trabajar. Al igual que ocurría en otras ciudades españolas y europeas la luz artificial permitió crear un tiempo artificial que hacía posible extender las jornadas laborales de unos y el tiempo de ocio y descanso de otros, suscitando conflictos en torno a la gestión de los horarios nocturnos.

Dependían del concejo y tenían su propio reglamento. Universidad Complutense de Madrid,pp Lo que tengo el honor de trasladar a v. Da la impresión de que son los horarios de descanso del vecindario lo que los inspectores de higiene intentaban proteger. Frente a la incidencia del reglamento sobre la vestimenta o las conductas indecorosas el reglamento no recoge nada mientras que las denuncias, a menudo remarcaban lo avanzado de la hora y las molestias suscitadas por el jolgorio.

Posiblemente fueron los vecinos quienes elevaron sus quejas al Ayuntamiento dando pie a numerosas multas y amonestaciones contra este establecimiento. Firma conmigo Simón Cobrada que de certifico. Señor Juez Municipal de esta Villa. Mientras que muchas mujeres sufrieron estancias en casas galera y hospitales, otras se mantuvieron fuera de la legalidad sin sufrir castigo alguno. Destaca el caso de Bernardina Escauriaza, quien despertó el enfado de los inspectores de higiene que llegaron a elevar su caso a la alcaldía.

Las Prostitutas Segundo Ensanche como v. Debo manifestar a v. En Las Prostitutas Segundo Ensanche de esto v. Aduciendo a las sospechas que circulaban en el bloque y a las molestias causadas por el paso de personas de vida airada y actitud poco decorosa, la totalidad de los vecinos del bloque solicitan que se le imponga la pena correspondiente a la prostitución clandestina y que fuese expulsada del bloque a fin de que la tranquilidad y Las Prostitutas Segundo Ensanche honradez de los habitantes fuesen restauradas de nuevo: Año Carnicería vieja Firman nueve vecinos.

Es multada con 50 pesetas Las Prostitutas Segundo Ensanche veces las prostitutas trataban de incumplir el reglamento escondiendo a sus hijos de las autoridades. Las prostitutas tenían prohibido, por la influencia perniciosa y corruptora que su ocupación pudiera ejercer, mantener la patria potestad por lo que los niños terminaban generalmente en inclusas y hospitales Arch. No Las Prostitutas Segundo Ensanche especificarse hasta qué punto era infundado o no. Las condiciones que acompañaban al embarazo y las del propio abandono hacían mínima Las Prostitutas Segundo Ensanche supervivencia de los niños.

Esta situación dio pie a profundos debates en los que se cuestionó duramente la eficacia de inclusas y hospitales planteando que funcionaban como una forma de infanticidio encubierto. No resulta descabellado pensar que las prostitutas fuesen consideradas influencias perniciosas y por tanto apartadas de sus hijos, como le sucedió a Engracia Ruíz a la que se privó de la patria potestad: Año Calle Mirivilla Resolución del Gobernador Civil de la Provincia: Como el caso que se denuncia cae de llenoa juicio de la alcaldía, dentro de las prescripciones del Las Prostitutas Segundo Ensanche del Código Civil que previene que los Tribunales puedan privar de la patria potestad a los padres en Weeks, Jeffrey.

Sex, politics and society: The regulation of sexuality since Longman,pp Quienes suscribían esta denuncia eran las amas de casas de mancebía con pupilas internas en oposición a las amas de casas de citas o de recibir Las conductas que consideraban reprensibles eran las siguientes: - Albergar prostitutas sueltas, es decir; no inscritas en las cartillas.

La denuncia emplea un lenguaje barroco y elogia ampliamente el contenido del reglamento. Pueden apreciarse dos formas de ejercer la prostitución opuestas entre sí. Las casas de pupilas internas estaban precedidas por siglos de tradición y respondían a un sistema de tipo gremial, mientras que las casas de citas o de recibir, con mayor facilidad a la hora de incurrir en la prostitución ilegal, eran las representantes del advenimiento de un modo de producción capitalista asociado a la aparición de la modernidad.

Sin embargo, la libertad de movimiento y un mayor beneficio económico llevó muchas veces a que las pupilas decidiesen abandonar la seguridad del burdel para aventurarse en el mundo de las casas de citas y los pisos de alquiler, que las alejaba definitivamente del sistema familiar que distinguía la organización socioeconómica de las clases obreras y aumentaba sustancialmente la peligrosidad de su oficio.

Chica en Segundo Ensanche (ES)

Sexo y razón: una genealogía de la moral sexual en España. Ed Txalaparta. A través Las Prostitutas Segundo Ensanche sus artículos analiza los roles de género durante el primer tercio del siglo XX en Bizkaia y la forma en la que las identidades de las clases subalternas elaboraban estrategias de resistencia frente a los discursos estigmatizadores de las clases dominantes Si bien la autora, que parte de una cronología y fuentes similares a las de este trabajo, esboza conceptos interesantes como la existencia de una solidaridad específica de clase entre estas mujeres o la posibilidad de que las prostitutas trascendiesen la identidad de víctima para desarrollar estrategias de resistencia, apenas esboza la distribución espacial de la prostitución en Bilbao dejando abierta la posibilidad de cartografiar sobre mapa una verdadera geografía de la prostitución bilbaína.

Profesiones, oficios y tareas de las mujeres en Bizkaia. Diputación Foral de Las Prostitutas Segundo Ensanche,pp La documentación de origen municipal que algunos artículos ya han abordado recoge el papel del Ayuntamiento como responsable principal en la gestión sanitaria y policial de la prostitución.

Argitarapen Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea, La calle y el conflicto en el moderno Madrid, Visión estelar de un momento de la Historia. UCM, Finalmente debe señalarse la Las Prostitutas Segundo Ensanche de investigaciones académicas que aborden en conjunto la Las Prostitutas Segundo Ensanche en las tres capitales vascas o incluso la totalidad de la provincia de Bizkaia.

Repertorio de fuentes Los estudios en torno a la prostitución en España presentan a menudo importantes carencias asociadas a la escasez de fuentes. Reglamentos de higiene especial. No se ha procedido sin embargo al vaciado de las secciones de higiene especial de las anteiglesias y municipios circundantes que completaría el mapa de la oferta prostitucional bilbaína.

REGLAMENTO DE PROFILAXIS

Denuncias y expedientes. En primer lugar, aportan datos como la identidad del denunciante y de la persona denunciada, así como el artículo del reglamento que había sido infringido y la pena correspondiente. Por otra parte, el propio proceso administrativo que seguía a la denuncia y que generalmente terminaba con la imposición de una multa o el ingreso de la interesada en la casa galera si Las Prostitutas Segundo Ensanche declarada insolvente resulta de interés como prueba del control ejercido por las autoridades.

Finalmente, las direcciones Las Prostitutas Segundo Ensanche acompañaban la denuncia permiten situar en el mapa los domicilios en los que fue practicada la prostitución clandestina o donde convivieron prostitutas clandestinas con otras dadas de alta.

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Información estadística del padrón. Los expedientes y denuncias, principales objetos de estudio de este trabajo junto con las sucesivas reglamentaciones y sus respectivos añadidos y modificaciones, deberían completarse con la información estadística del padrón. Esta herramienta permitiría cruzar los datos de los registros y las cartillas con los datos aportados por el Padrón Municipal.

Estas fichas, rellenadas anualmente por el cabeza de familia de cada hogar muestran detalles fundamentales para el estudio del contexto Las Prostitutas Segundo Ensanche que rodeaba los barrios obreros en los que se ejercía en Bilbao la prostitución. Las referencias a viviendas y alquileres y las alusiones al estado civil, las relaciones de parentesco o la ocupación son sin duda necesarias para acercarse a la realidad social del Bilbao decimonónico y seguir las transformaciones económicas y sociales de una ciudad en proceso de cambio.

Las cédulas Las Prostitutas Segundo Ensanche que las prostitutas estaban obligadas a llevar en todo momento con ellas y los registros aportan siempre el oficio al que se dedicaban anteriormente las prostitutas, así como su estado civil, habitualmente solteras o viudas Al igual que las denuncias, los procesos judiciales incluyen vivencias personales y detalles que escapan a la fría lógica de los reglamentos. Las Prostitutas Segundo Ensanche seis documentos emitidos por el Negociado de la Policía Local muestran los recursos de alzada promovidos por individuos descontentos frente a las multas que el Ayuntamiento les había impuesto.

La imposición de una multa, especialmente si el delito era la prostitución clandestina, podía suponer un motivo de escarnio para el afectado e incluso derivar en su expulsión del vecindario.

Lolitas, amancebados y busconas: Relaciones Las Prostitutas Segundo Ensanche género en los barrios populares madrileñospp En cualquier caso, la totalidad de los recursos fueron desestimados por la comisión provincial V. Cédulas, patentes y comprobantes. Finalmente, un dato de interés es la aparición de notificaciones del Las Prostitutas Segundo Ensanche de prostitutas procedentes de otras ciudades a la Villa de Bilbao.

En estas fichas se daba de baja a dichas mujeres en el registro de sus respectivas ciudades de procedencia y se advertía al negociado de higiene de la llegada de nuevas prostitutas no matriculadas. Aparecen notificaciones correspondientes a las secciones de higiene especial del Gobierno Civil de las provincias de Madrid, Santander, Zaragoza, Valladolid entre otras. A pesar de que lo apresurado de las notas y el mal estado en el que se hayan algunas de ellas dificulta su comprensión, parece Las Prostitutas Segundo Ensanche claro que se dio una estrecha colaboración entre las secciones de higiene especial de las distintas ciudades españolas Libros de registro El Archivo Histórico de la Diputación de Bizkaia comprende los libros de registro en los que eran inscritas las prostitutas de la Villa.

La indignación de los vecinos que compartieron calles y espacios de sociabilidad con las prostitutas seguramente dejó huella en los espacios que los periódicos dedicaban a la opinión de los lectores o a las cartas al director y pueda rastrearse consultando en la hemeroteca publicaciones como El Centenario BilbaoEl Correo Vascongado o El Nervión BilbaoLa Gaceta del Norte o el Nacionalista.

Las publicaciones asociadas a partidos políticos de izquierda o sindicatos hacían también alusión al fenómeno de la prostitución, tratando de dar la vuelta al discurso hegemónico entre las clases dominantes. Los medios socialistas trataron de revertir el discurso que envilecía a la mujer obrera enfatizando sus cualidades como madre trabajadora y a pesar de exculpar a las prostitutas, a quienes consideraban víctimas de los apetitos de la burguesía, olvidaron que también los obreros acudían a las mancebías.

La Lucha de Clases, periódico de la agrupación socialista de Bilbao editado de afue una de las primeras publicaciones vizcaínas de izquierdas y dedicó numerosas publicaciones a la denuncia de la prostitución, describía a las prostitutas como inocentes hijas del pueblo, víctimas de la lujuria y el vicio de los señores y denunciaban la degeneración de los ricos como generadores corruptores de las clases obrera.

Asquerosa gangrena que mantiene unos cuantos viejos verdes y holgazanes, que son los verdaderos corruptores de la juventud, explotadores de la miseria Representaciones literarias La narrativa permite también acercarse a la representación social de la figura de la prostituta. La Las Prostitutas Segundo Ensanche, la pobreza y la marginación son las protagonistas de las corrientes del realismo y el naturalismo. Esta tendencia surge en la Francia decimonónica, desde donde se extiende por toda Europa.

La mujer se integra en la literatura realista como un elemento marginal ajeno al status quo sociopolítico junto con los delincuentes y los enfermos mentales. Escritores como Zola, de origen social burgués, representan a la prostituta como a una mujer de clase humilde dominada por la ambición que somete y degrada al hombre a través de la sexualidad, pero cuyas armas terminan volviéndose contra ella. Los relatos a menudo eran protagonizados por inocentes jóvenes de clase obrera seducidas por miembros de la burguesía y caídas en desgracia o sumidas en la Las Prostitutas Segundo Ensanche y obligados por las circunstancias 57 Veloso, Isabel.

Tipos femeninos en las novelas del realismo y el naturalismo francés. Nana, p. Les Rougon-Macquart, A menudo se jugaba con la idea del matrimonio, pero el hilo narrativo terminaba conduciendo a un final infeliz en el que la prostituta termina sola y abandonada por todos. La prostitución enfocada desde óptica científica característica del XIX goza de una Las Prostitutas Segundo Ensanche tolerancia, se aceptaba como mal menor y Las Prostitutas Segundo Ensanche regula a fin de evitar la propagación de enfermedades.

Algunos médicos como el donostiarra Justo María Zabala cargaron tinta contra el puritanismo y las doctrinas que consideraban la sífilis como un castigo de origen divino, pero generalmente y aunque exculpasen a las prostitutas de su situación, todo el control médico recaía sobre ellas. Planos del catastro. La inclusión de este tipo de soporte permite registrar Las Prostitutas Segundo Ensanche direcciones en las que se practicaba la prostitución legal o clandestina. Para la elaboración de este trabajo se han incluido dos mapas, en uno de ellos se señalan con colores los principales barrios y focos prostitucionales, mientras que en un segundo se comparan las direcciones de prostitución clandestina extraídas de las denuncias y las direcciones de las casas de tolerancia permitidas por el Ayuntamiento.

La información visual permite situar en su contexto las calles que denuncias y registros señalan de forma constante, observar los principales emplazamientos y los barrios que rodearon a estos enclaves. Los sucesivos reglamentos que entre y rigieron esta actividad, han sido en demasiadas ocasiones separados de la documentación cotidiana que acompañó a su expedición.

Si las cédulas y especialmente los Las Prostitutas Segundo Ensanche permiten un acercamiento sociológico que pone nombre, edad y procedencia a unas mujeres invisibles para los reglamentos, las denuncias resultan un material extremadamente revelador ya que cuestionan Las Prostitutas Segundo Ensanche completo la racionalidad que caracterizó a los reglamentos de higiene especial. Sería muy ingenuo plantearse que las autoridades no estuviesen al tanto de los intercambios sexuales clandestinos y de que solo los proxenetas se enriquecieron actuando al margen de la ley.

Numerosas voces, especialmente las de los socialistas, denunciaron la juventud de las mujeres que ofrecían sus cuerpos en las calles de la capital bilbaína y se restringió la edad de acceso al mercado prostitucional: primero a diecisiete y posteriormente a veintitrés.

Es cierto que se dotó de recursos legales a las mujeres que viesen como sus bienes materiales eran requisados por unas amas alarmadas por el continuo trasvase de pupilas que decidían ejercer de forma autónoma. Abolicionismo o regulación. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocupaban una posición equívoca y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano.

Sexualidades peligrosas. Al recato de las mujeres burguesas se contraponía el concubinato asociado a las clases trabajadoras. Género e identidad de clase. Las Prostitutas Segundo Ensanche construcción de la clase obrera vizcaína durante el primer tercio del siglo XX. La moralidad de los habitantes de barrios obreros fue cuestionada a través de una serie de discursos que dudaban de la moralidad de las mujeres de clase trabajadora enjuiciando las condiciones de hacinamiento en las que vivían y especialmente la ausencia de barreras físicas que separasen la vida de ambos sexos.

Con el endurecimiento del Reglamento de Higiene Especial de la Villa de Bilbao la moralidad femenina proletaria fue cuestionada hasta el punto de asimilar mujer obrera y prostituta. El hecho de que las mujeres de clase obrera fuesen objeto de observación por parte de las normativas higienistas hizo de su comportamiento y apariencia uno de los ejes fundamentales de la respetabilidad de la propia comunidad.

Al mismo tiempo la prostitución pasó a considerarse una de las Las Prostitutas Segundo Ensanche pruebas de la depravación moral de las clases obreras.

Desde el Las Prostitutas Segundo Ensanche de vista higiénico era considerado un ser enfermo, foco de enfermedades venéreas e insalubridad. Los discursos socialistas Las Prostitutas Segundo Ensanche Díaz Freire, J. La construcción de la identidad y la diferencia Las Prostitutas Segundo Ensanche el País vasco a finales del siglo XIX.

Sesión del 4 de enero de Citado en Llona, Miren. Realmente no se daba siquiera la posibilidad a estas mujeres caídas de restituir su dignidad e incorporarse a la sociedad. La lucha de clases. Se concebía a la prostituta como una víctima inocente y carente de pasión sexual de forma que en parte la defensa de su figura pasaba de nuevo por encuadrarla como un agente involuntario incapaz de elaborar estrategias de resistencia y privado de subjetividad.

Muy diferente fue la acogida del imaginario asociado a la prostituta entre las mujeres de clase trabajadora, forzadas a controlar su comportamiento para evitar ser confundidas con prostitutas. Joan Scott señala las contradicciones y debates suscitados por el empleo femenino que el ideario socialista llegó a considerar un problema suscitado por la explotación capitalista al que se debía poner solución La propia percepción de la mujer trabajadora como fuente de corrupción68 terminó siendo asimilada por los partidos de izquierda y la adopción por parte de los medios socialistas de los discursos defensores de la domesticidad, reflejo Las Prostitutas Segundo Ensanche universo sociocultural de clase media, perjudicó a las propias mujeres obreras.

Javier Freire por su parte, señala la asimilación entre trabajador y maqueto, estando muchas de las políticas higienistas dirigidas a los obreros inmigrantes. P Walkowitz, J. Madrid, Las Prostitutas Segundo Ensanche,tomo Las Prostitutas Segundo Ensanche, pp.

En EE. Oxford Journals,pp Op Cit, pp Estas investigaciones encubiertas pretendían determinar el modo en el que se llevaba a cabo la trata de mujeres, así como las nacionalidades y edades medias.

El modelo político prostitucional francés sirvió de base a los reglamentos aprobados primero en Italia —en tuvo lugar la Las Prostitutas Segundo Ensanche del Reglamento Cavour— y posteriormente en algunas ciudades Las Prostitutas Segundo Ensanche. Universidad de Costa Rica, En cuanto a los antecedentes en nuestro país muchas ciudades entre los siglos XV y XVII regularon el acceso de las mujeres a la prostitución a modo de profilaxis social Posteriormente algunos reglamentos Las Prostitutas Segundo Ensanche a introducir revisiones sanitarias periódicas.

En estas regiones posiblemente no arraigó el sistema de tolerancia y regulación imperante en otros espacios peninsulares porque la conducta sexual y la prostitución se regulaban a través de formas de control informal ajenas a los cauces oficiales.

Esta particularidad hace que a pesar de que Bilbao y el resto del norte peninsular no quedasen al margen de las nuevas corrientes higienistas, la reglamentación a mediados del XIX supusiese una novedad frente al resto de enclaves peninsulares El primer reglamento relativo a Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitución en la Villa de Bilbao vio la luz el 1 de mayo de En él se recogía el establecimiento de la denominada Sección de Higiene Especial y las prerrogativas tanto del médico higienista como de los dos inspectores de higiene especial nombrados por Las Prostitutas Segundo Ensanche ayuntamiento.

Los artículos divididos por secciones recogen las preocupaciones que acuciaban a las autoridades respecto a la prostitución y la forma de abordarlas. Se pretendía atajar dos tipos de contagio: físico y moral. Las Prostitutas Segundo Ensanche proliferación de escritos y tratados en los que se teorizaba acerca de la promiscuidad de las clases obreras y especialmente sobre la naturaleza de la prostituta se debe a una necesidad de justificación de la superioridad moral de las clases medias, frente a un proletariado marginal e incivilizado.

La relación entre la burguesía y las Las Prostitutas Segundo Ensanche subalternas europeas sigue el patrón orientalizante que justifica la autoridad europea frente al Medio Oriente, Las Prostitutas Segundo Ensanche de la tutela del colonizador Sayad, Abdelmalek, La double absence.

Paris : Éditions du Seuil, José Javier Freire plantea que la burguesía vasca se autodefinía precisamente como clase fuerte y vigorosa frente a unas clases subalternas enfermas Las Prostitutas Segundo Ensanche transmisoras de enfermedades y epidemias como resultado de su falta de higiene Miren Llona señala que la ausencia de domesticidad, es decir la falta de barreras físicas que separasen la vida de hombres y mujeres, cuestionaba la moralidad de la mujer proletaria, frecuentemente asimilada a la figura de la prostituta.

Cit, Las Prostitutas Segundo Ensanche al Reglamento de Higiene Especial de Con cada reglamento, las prostitutas vieron como sus libertades Las Prostitutas Segundo Ensanche restringían bajo la legitimización de un discurso médico que no afectaba por igual a los hombres que accedían a sus servicios. El objetivo principal de este apartado no es la reproducción completa de la normativa higienista, sino dar respuesta a cuestiones como los criterios que llevaron a las autoridades a regular la actividad prostitucional y seguir con especial atención las variaciones y adiciones que acompañaron cada aprobación de un nuevo reglamento permitiendo desentrañar sin excesiva dificultad los miedos y Las Prostitutas Segundo Ensanche que la prostitución despertaba entre las clases dirigentes.

Finalmente es importante resaltar que la ley no siempre se hace para ser Las Prostitutas Segundo Ensanche si no como un medio al que acceder cuando se pretende controlar un fenómeno que comienza a preocupar a las autoridades. Reglamento de Higiene Especial El reglamento de se configuró como la base normativa a partir Las Prostitutas Segundo Ensanche la cual se desarrolló la regulación del comercio sexual en Bilbao a lo largo del período que este trabajo pretende abordar.

Las variaciones respecto a esta primera normativa fueron mínimas y la mayor parte de los artículos fueron repitiéndose de forma continua sin 83 de Anquera, Benedicto. Reformas sociales información oral y escrita practicada en virtud de la Real Orden de Ministerio de trabajo y seguridad social, p Los reglamentos regulaban la prostitución como cualquier otra actividad económica y recogían las tarifas asociadas a la categoría de cada prostíbulo.

Las casas donde las prostitutas tengan morada fija. Las de citas, donde son admitidas Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitutas aisladas.

Artículo 25 Cada una de estas categorías estaba subdivida en tres clases. En la tercera aquella cuya tarifa es menor de dos pesetas. Los inspectores de higiene especial fueron sustituyendo las atribuciones que anteriormente habían venido desempeñando los veladores nocturnos, principalmente la realización de pesquisas a fin de documentar los comportamientos moralmente sospechosos y comunicar las infracciones a las autoridades judiciales para la imposición de la multa correspondiente en caso de infracción de alguno de los artículos del reglamento.

Para ello se dividió la Ría en dos secciones, margen izquierda y margen derecha, en la que los inspectores prestaban servicio temporal y alternativamente: 84 AHDB. Artículos 24 y Otra figura fundamental era Las Prostitutas Segundo Ensanche del médico higienista que trataba semanalmente a las prostitutas para descartar enfermedades sexuales y especialmente la temida sífilis. Parece bastante probable que a finales del siglo XIX en Bilbao se diese un aumento de los contagios de enfermedades de transmisión sexual o que existiese una mayor conciencia respecto a los riesgos que dichas enfermedades acarreaban.

Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el laboratorio bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis. El doble código de moralidad sexual, que justificaba el acceso de los hombres al consumo de prostitución al tiempo que regulaba todos los aspectos de la vida de estas mujeres fue una constante en todos los países occidentales en los que se aprobaron reglamentaciones.

Artículo Op Cit. Al presionar para que hubiera una inspección médica de las prostitutas mientras se negaban a imponer un examen genital periódico para los soldados que constituían su clientela, los arquitectos de estas leyes reforzaban una doble moralidad sexual … Se mostraban muy seguros respecto al imperativo fisiológico del deseo sexual para los hombres, pero daban frecuentes rodeos en relación con las mujeres.

Walkowitz, Judith. La ciudad de las pasiones terribles. Narraciones sobre peligro sexual en el Londres victoriano, pp Universitat de València, Instituto de la Mujer. Véase también P. De las prostitutas I. Se prohíbe a las prostitutas: Las Prostitutas Segundo Ensanche Salir de casa Las Prostitutas Segundo Ensanche traje poco decente o en estado de embriaguez.

Aunque no fuera así, la reglamentación parecía abrir la puerta a que se sancionara a las mujeres que trasgrediesen las normas sociales o bordeasen los límites de la indecencia.

Reformas sociales información oral y escrita practicada en virtud de la Real Orden de

La postura regulacionista, que en España despertó inicialmente las iras de los conservadores, no buscaba la supresión de la prostitución, al contrario. De esta manera los apetitos sexuales masculinos no pondrían en riesgo a las mujeres honradas y los ayuntamientos pasaban a sacar provecho de una muy rentable actividad económica. Uno de los aspectos que preocupaba especialmente al Negociado de Higiene eran las bajas y altas en los libros Las Prostitutas Segundo Ensanche registro. Por ello se vigilaba durante meses la conducta de las mujeres que manifestasen su intención de abandonar la actividad 91 AHDB.

De las prostitutas: Se temía que la inmoralidad y el comportamiento de estas mujeres pudiese ser imitado induciendo a la corrupción de Las Prostitutas Segundo Ensanche mujeres. Ninguna familia burguesa contrataría nuevamente a una prostituta como sirvienta e idéntica Las Prostitutas Segundo Ensanche les aguardaba en los oficios Las Prostitutas Segundo Ensanche. Solo les quedaba trasladarse allí donde no fuesen conocidas, lo que entrañaba enormes dificultades ya que debían comunicar al Negociado de Higiene sus idas y venidas o el matrimonio.

Si bien algunas mujeres abandonaron la prostitución para casarse, no todas lo conseguían ya que pocos hombres querían a una mujer caída como esposa, aunque es cierto que cualquier sospecha sobre ellas desaparecía al quedar bajo Las Prostitutas Segundo Ensanche control de un hombre, mientras que aquellas que abandonasen la profesión por iniciativa propia se veían sujetadas a una libertad vigilada durante años. Capítulo II, De las prostitutas. De hecho, entre los datos recabados en el AHDB rarísima vez aparecen prostitutas cuyo estado civil sea el de casadas.

Ayuntamiento un nuevo reglamento que pasó a sustituir al anterior. Si bien continuó vigente la normativa del 73, Las Prostitutas Segundo Ensanche profundizó en la legislación, se añadieron detalles y se derogaron disposiciones contrarias a la nueva normativa: Capítulo VII: Disposiciones generales Artículo Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a la aplicación de este Reglamento.

Capítulo VII: Disposiciones generales. Capítulo II: De las prostitutas. Casas con pupilas internas 2. Casas de recibir donde concurran las ambulantes. Capítulo III: De las amas; sus casas y clases. Artículos 9 a Reglamento de Higiene Especial Archivo de la diputación de Vizcaya Las pupilas dependían de las amas que les ofrecían a costa de su libertad un hogar y seguridad frente a los peligros que podía suponer el ejercicio de la prostitución en solitario.

La relación entre ama y pupila recuerda a las relaciones entre maestros y aprendices características del sistema gremial. Artículos A menudo las amas alegaban que Las Prostitutas Segundo Ensanche ropas y adornos eran un préstamo que permitían utilizar a sus pupilas para mejorar su Las Prostitutas Segundo Ensanche y por tanto pertenecían al negocio.

Las pupilas tenían siempre deudas con las amas de prostíbulo y terminaban quedando atadas a ellas. Los siglos XIX y XX fueron testigos de un progresivo aumento del Las Prostitutas Segundo Ensanche de los médicos sobre las prostitutas, que rompe con la idea de que el liberalismo y la disolución gremial conllevaron una flexibilización de 98 Roquero, Charo, Op Cit, pp Cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen las prostitutas, aunque no fuese venérea, debía ser tratada en el hospital donde a la enferma se la mantendría en cuarentena y alejada de su trabajo, especialmente si afectaba a la piel.

Sin embargo, no se permitía a los higienistas darles asistencia médica en caso de contraer cualquier enfermedad no susceptible de contagio poniendo en evidencia que el bienestar de las mujeres no tenía cabida en el Reglamento.

En caso de que la prostituta contrajese una enfermedad incurable era dada de baja en los registros de forma definitiva 99 En general y desde la edad moderna se produjo una sustitución de los saberes femeninos asociados al cuerpo Las Prostitutas Segundo Ensanche la mujer y especialmente a la maternidad por un discurso médico que estigmatizaba a figuras como la matrona.

Capítulo IV: Del facultativo. Los inspectores dependían directamente del médico higienista y debían llevar un registro de altas y bajas en el que se anotasen los reconocimientos sanitarios de pensionistas y aisladas, así Las Prostitutas Segundo Ensanche cualquier observación relativa a su cargo. Tenían también la obligación de conducir al hospital a las prostitutas enfermas y de entregar sus respectivas cartillas en el Negociado de higiene, así como devolvérsela una vez se les hubiese dado el alta y se hubiesen tomado las anotaciones pertinentes.

Capítulo V: Inspección y vigilancia. En caso de insolvencia, las afectadas sufrirían arrestos correspondientes a la suma que estuviesen forzadas a abonar El estudio de los reglamentos, así como la documentación relativa a multas y denuncias suscitada por la aplicación del mismo permite rehacer en parte la vida de estas mujeres a medio camino entre la casa galera, el prostíbulo y el hospital, y también acercarse a la figura del ama.

Ni siquiera recogen la posibilidad de que un hombre dirigiese una mancebía y desde luego no se dirige ninguna prerrogativa hacia los clientes, quienes siempre disfrutaron de total libertad y anonimato. Dos mundos absolutamente distintos que inevitablemente confluían: el de la libertad absoluta del cliente varón frente a una restricción cada vez mayor sobre la prostituta.

No sólo se mantenía el rigor y el tono restrictivo de los reglamentos precedentes, sino que por primera vez el Negociado trató de regular aspectos como la maternidad o la edad mínima para ejercer la prostitución. Artículos 46 a Redactado el oportuno proyecto y creyendo que en él se sabían los vacíos que se notan en el actual reglamento, la Comisión ha sometido al someterlo v. Tal es el parecer de la Comisión de Gobernación, v.

Casa consistorial de Bilbao a 3 de marzo de Introducción al reglamento de higiene especial. Capítulo II: Administración del servicio de Higiene especial. Artículos 2 a Las Prostitutas Segundo Ensanche caso contrario y aun habiendo manifestado su intención de abandonar la actividad, Las Prostitutas Segundo Ensanche esperar tres meses para su eliminación definitiva del registro.

Los otros dos supuestos que hacían desaparecer su nombre del registro eran la muerte y el matrimonio. De forma que la confianza en estas mujeres residía en el Las Prostitutas Segundo Ensanche que un hombre pudiese ejercer sobre ellas: Capítulo III: De las prostitutas.

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Las mujeres que trabajasen como sirvientas en las casas de tolerancia debían a su vez someterse Las Prostitutas Segundo Ensanche examen en el caso Las Prostitutas Segundo Ensanche no superar los cincuenta Se cuestionaba por tanto el comportamiento sexual y la moralidad de cualquier mujer que pisase este tipo de establecimientos dudosos.

Todos estos dispositivos Las Prostitutas Segundo Ensanche control muestran el temor social que existía hacia unas mujeres que gozaban de una mayor autonomía y la necesidad de ejercer un férreo control sobre su comportamiento. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas Huelga decir que seguramente muchas de las mujeres inscritas en las cartillas mintiesen respecto a su edad.

Muchos jóvenes, incluyendo miembros de la burguesía, eran iniciados al sexo y a la cultura de sociabilidad masculina de burdel a edades muy tempranas Se pretendía con ello acelerar su paso de niños a AHDB Bilbao duplicados. Capítulo IV: De las casas de prostitución y de las de citas. Artículos 40 a Es cierto que no se restringían las idas y venidas de las pupilas, pero cabe imaginarse el espacio cerrado, oscuro y agobiante en el que pasaban la mayor parte de las horas del día, escondidas de la vista del ciudadano decente.

Las atribuciones de facultativos higienistas e inspectores aumentan, pero también sus obligaciones. Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo preocupaba evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud de las mujeres.

Tanto los apartados dedicados a los médicos como aquellos que se dirigían a los inspectores recogen con claridad la prohibición de acepar cualquier estipendio extraordinario o soborno por parte de amas y pupilas. Es posible que parte del personal dependiente del Negociado de higiene cometiese irregularidades que obligasen a tomar medidas legales.

Capítulo III: De las prostitutas. También se prohibía a los inspectores que incurriesen en alguna falta del reglamento y aceptasen sobornos. Capítulo V: Medidas sanitarias. Capítulo VI: Las Prostitutas Segundo Ensanche de vigilancia. Capítulo IV: De la prostitución y las casas de citas. Reglamento de Higiene Especial Las variaciones respecto al anterior reglamento fueron mínimas, siendo la principal el establecimiento de la edad mínima de acceso a la prostitución en veintitrés años: Capítulo IV: De las casas de prostitución y de Las Prostitutas Segundo Ensanche de citas Artículo Queda expresamente prohibido a las amas de casas de tolerancia, el admitir a muchachas menores de veintitrés años.

Aproximación al objeto de investigación 28 5.

El temor a un posible comercio con los cuerpos de mujeres europeas de clases medias excluía a las mujeres trabajadoras, a las que se continuó viendo como foco de enfermedad y degeneración. Moral panics.

Routledge, London, Por otro lado, se incidió especialmente en el control sanitario sobre la prostitución por una posible concienciación sobre los riesgos derivados de las enfermedades venéreas. Capítulo V: Del facultativo. Artículos 51 y A su vez se encomendaba a los dos inspectores de higiene elegidos por el Ayuntamiento actuar Las Prostitutas Segundo Ensanche especial discreción, poniendo cualquier duda que les surgiese en conocimiento de la alcaldía: Capítulo VI.

Buena Las Prostitutas Segundo Ensanche de los fondos pertenecientes a la sección de higiene especial de Bilbao corresponden a las numerosas denuncias suscitadas por infracciones de la normativa reglamentista. Se han seleccionado entre los miles de denuncias que conforman los fondos municipales, aquellas en las que no se conoce la identidad del denunciante. Se ha intentado proporcionar una muestra significativa que permita completar la información obtenida a través del estudio del reglamento.

Las estrategias de poder implican siempre una multiplicidad de estrategias de resistencia como respuesta y las acciones de los afectados por el régimen reglamentista no redujeron a la interiorización de los mecanismos de poder disciplinario. Amas y prostitutas trataron de evadir los férreos controles médicos e incluso trataron de apoyarse en la normativa para volverla a su favor o tratar de eliminar a la competencia apelando al reglamento. Las continuas transformaciones y reinterpretaciones que acompañaban a los reglamentos recogen un proceso permanente de conflicto y negociación entre contingentes en lucha.

Otras denuncias proceden de los médicos higienistas, que a menudo encontraban en las casas de tolerancia prostitutas enfermas. Frente a los casos aislados en los que las denuncias procedían de particulares y vecinos, la regulación de la prostitución preocupó especialmente a las autoridades, fieles representantes de los intereses de las clases hegemónicas. La regulación del comercio prostitucional conllevó sin duda importantes ganancias a través de los arbitrios que cobraba el Ayuntamiento a las casas de tolerancia, era realmente todo un negocio ya que de alguna manera eran las propias autoridades las que actuaban como proxenetas participando indirectamente de los beneficios asociados al comercio sexual.

Por otra parte, si los reglamentos ni tan siquiera recogen la posibilidad de que hubiese hombres implicados en el negocio y siempre se habla de amas, las denuncias sacan a la luz Las Prostitutas Segundo Ensanche identidad de Las Prostitutas Segundo Ensanche masculinos plenamente implicados en el comercio carnal.

Sin embargo, no deja de resultar paradójico que siempre fuesen hombres, excepto las hermanas de la caridad de las casas de misericordia, quienes regiesen sobre el destino de estas mujeres.

Por complacer Las Prostitutas Segundo Ensanche un hombre cometí mi primera falta y después pasé de un hombre a otro.

La lucha de clases.

Los policías nos ponen las manos encima. Los hombres nos examinan, nos manipulan, nos arreglan. Roquero, Charo. Historia de la Las Prostitutas Segundo Ensanche en Euskal Herria, Txalaparta,pp También fueron hombres quienes redactaron una normativa higienista que hacía a la mujer responsable del contagio de enfermedades venéreas.

De ellos, sin embargo, no da pista alguna la documentación relativa a la sección de higiene especial. Se hacen informes sobre cómo proteger a los niños y evitar que se les ponga a trabajar a edad temprana, sin que tengan fuerzas y desarrollo para soportar las fatigas del trabajo. El ejercicio clandestino de la prostitución y las infracciones fueron castigados a través de las multas que estipula el reglamento y que iban de las Citado en Butler, Josephine. The garrison towns of Kent. Shield, 9 de mayo de La prostitución y Las Prostitutas Segundo Ensanche reglamentos.

Madrid, Este terminó siendo el caso Las Prostitutas Segundo Ensanche Ignacia Otaegui a quien, en primer lugar, en los veladores nocturnos le impusieron diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas por dedicar su domicilio a la prostitución clandestina. La pena consistió en diez días de arresto y una multa de cincuenta pesetas.

Denunciante: Celadores nocturnos De hecho, en se le impone otra multa por la desaparición de una de las pupilas de un burdel situado en Bilbao la Vieja que estaba en período de observación médica. Sin embargo, la mencionada Ignacia Otaegui no siempre fue capaz de afrontar las multas que le fueron impuestas y en fue declarada insolvente tras negarse a Las Prostitutas Segundo Ensanche en dos ocasiones.

Aclaraba incluso a los agentes del orden que trataron de imponer la multa que en su casa hacía aquello que ella creía conveniente sin verse obligada a dar Las Prostitutas Segundo Ensanche a nadie. Algunos de los Las Prostitutas Segundo Ensanche que el expediente de Ignacia Otaegui alberga resultan ilegibles y el decreto en el que aparece la pena impuesta a la afectada ha desaparecido, si aparece notificado sin embargo el requerimiento en el que se recoge la puesta en libertad de la reclusa.

Su fin era la reeducación de las Las Prostitutas Segundo Ensanche caídas, aunque no solo albergaban prostitutas sino también ladronas, pobres, vagabundas y otras reas, aunque con el tiempo terminaron dedicadas casi exclusivamente a las mujeres de vida airada La mayor parte de los discursos sobre la sexualidad ya fuesen religiosos, Arch.

Cit pp El instinto sexual se aisló como un instinto biológico y psíquico autónomo. Al mismo tiempo que se analizaban todas las anomalías que pudiesen afectar Las Prostitutas Segundo Ensanche sistema sexual, se prestó atención a la normalización y patologización de la conducta al tiempo que se busca una tecnología correctiva de dichas anomalías Sus antinaturales pulsiones sexuales eran sin embargo fundamentales para el correcto funcionamiento de una sociedad que ya no requería la limitación del sexo a su papel reproductor.

El inspector de higiene especial D. En Las Prostitutas Segundo Ensanche caso de la denuncia impuesta por el Alcalde del Foucault, Michel. Tomo I: La voluntad de saber. Siglo XXI,pp El inspector de higiene propone que se haga pagar 30 pesetas Las Prostitutas Segundo Ensanche multa a la acusada.

Sin embargo, finalmente se le impone la multa Por otra parte, los establecimientos dedicados al ocio nocturno podían turbar la tranquilidad del vecindario, impidiendo el descaso de quienes debían levantarse pronto para trabajar.

Al igual que ocurría en otras ciudades españolas y europeas la luz artificial permitió crear un tiempo artificial que hacía posible extender las jornadas laborales de unos y el tiempo de ocio y descanso de otros, suscitando conflictos en torno a la gestión de los horarios nocturnos. Dependían del concejo y tenían su propio reglamento. Universidad Complutense de Madrid,pp Lo que tengo el honor de trasladar a v. Da la impresión de que son los horarios de descanso del vecindario lo Las Prostitutas Segundo Ensanche los inspectores de higiene intentaban proteger.

Frente a la incidencia del reglamento sobre la vestimenta o las conductas indecorosas el reglamento no recoge nada mientras que las denuncias, a menudo remarcaban lo avanzado de la hora y las molestias suscitadas por el jolgorio.

Posiblemente fueron los vecinos quienes elevaron sus quejas al Ayuntamiento dando pie a numerosas multas y amonestaciones contra este establecimiento. Firma conmigo Simón Cobrada que de certifico. Señor Juez Municipal de esta Villa. Mientras que muchas mujeres sufrieron estancias en casas galera y hospitales, otras se mantuvieron fuera de la legalidad sin sufrir castigo alguno. Destaca el caso de Bernardina Escauriaza, quien despertó el enfado de los inspectores de higiene que llegaron a elevar su caso a la alcaldía.

Esto como v. Debo manifestar a v. Las Prostitutas Segundo Ensanche vista de esto v.

Los expedientes y denuncias, principales objetos de estudio de este trabajo junto con las sucesivas reglamentaciones y sus respectivos añadidos y modificaciones, deberían completarse con la información estadística del padrón.

Aduciendo a las sospechas que circulaban en el bloque y a las molestias causadas por el paso de personas de Las Prostitutas Segundo Ensanche airada y actitud poco decorosa, la totalidad de los vecinos del bloque solicitan que se le imponga la pena correspondiente a la prostitución clandestina y que fuese expulsada del bloque a fin de que la tranquilidad y la honradez de los habitantes fuesen restauradas de nuevo: Año Carnicería vieja Firman nueve vecinos.

Es multada con 50 pesetas Muchas veces las prostitutas trataban de incumplir el reglamento escondiendo a sus hijos de las autoridades. Las prostitutas tenían prohibido, por la influencia perniciosa y corruptora que su ocupación pudiera ejercer, mantener la patria potestad por lo que los niños terminaban generalmente en inclusas y hospitales Arch.

No puede especificarse hasta qué punto era infundado o Las Prostitutas Segundo Ensanche. Las condiciones que acompañaban al embarazo y las del propio abandono hacían mínima la supervivencia de los niños. Esta situación dio pie a profundos debates en los que se cuestionó duramente la eficacia de inclusas y hospitales planteando que funcionaban como una forma de infanticidio encubierto.

No resulta descabellado pensar que las prostitutas fuesen consideradas influencias perniciosas y por tanto apartadas de sus hijos, como le sucedió a Engracia Las Prostitutas Segundo Ensanche a la que se privó de la patria potestad: Año Calle Mirivilla Resolución del Gobernador Civil de la Provincia: Como el caso que se denuncia cae de llenoa juicio de la alcaldía, dentro de las prescripciones del artículo del Código Civil que previene que los Tribunales puedan privar de la patria potestad a los padres Las Prostitutas Segundo Ensanche Weeks, Jeffrey.

Sex, politics and society: The regulation of sexuality since Longman,pp Quienes suscribían esta denuncia eran las amas de casas de mancebía con pupilas internas en oposición a las amas de casas de citas o de recibir Las conductas que consideraban reprensibles eran las siguientes: - Albergar prostitutas sueltas, es decir; no inscritas en las cartillas.

La denuncia emplea un lenguaje barroco y elogia ampliamente el contenido del reglamento. Pueden apreciarse dos formas de ejercer la prostitución opuestas entre sí. Las casas de pupilas internas estaban precedidas por siglos de tradición y Las Prostitutas Segundo Ensanche a un sistema de tipo gremial, mientras que las casas de citas o de recibir, con Las Prostitutas Segundo Ensanche facilidad a la hora de incurrir en la prostitución ilegal, eran las representantes del advenimiento de un modo de producción capitalista asociado a la aparición de la modernidad.

Sin embargo, la libertad de movimiento y un mayor beneficio económico llevó muchas veces a que las pupilas decidiesen abandonar la seguridad del burdel para aventurarse en el mundo de las casas de citas y los pisos de alquiler, que las alejaba definitivamente del sistema familiar que distinguía la organización socioeconómica de las clases obreras y aumentaba sustancialmente la peligrosidad de su oficio.

Da vergüenza referirlos. Sin embargo, como nuestro deber es el denunciarlo, hemos de decirlos. Pero no es esto lo peor, ni el móvil que ha impulsado a las que suscriben a recurrir en queja Las Prostitutas Segundo Ensanche la justificación notoria de Vd. Transcrito directamente. Pase este expediente al jefe de la Guardia Municipal para que proceda a la exacción de la indicada multa, haciendo entrega a la interesada de la certificación autorizada de este decreto También pudo darse por el contrario una pérdida de autoridad por parte del Negociado que multiplicó la antipatía hacia un sistema de control incapaz de hacer frente a los nuevos entretenimientos sexuales que escapaban a la lógica del burdel.

Llama en primer lugar la atención que el agresor es un hombre en cuyo negocio se ejercía clandestinamente la prostitución Un hombre que tal vez no dudó en usar la violencia contra las mujeres que trabajaban a su cargo, aunque esto son meras especulaciones.

Este caso que sin duda despertó la alarma de las autoridades fue por su naturaleza, derivado a un juzgado. Los seis recursos Las Prostitutas Segundo Ensanche alzada del archivo administrativo fueron desestimados por las autoridades remarcando el control ejercido desde el Negociado de higiene sobre la actividad.

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Sin embargo, la figura de chulos y proxenetas va cobrando fuerza al margen de la legalidad. La diversificación de Las Prostitutas Segundo Ensanche oferta prostitucional conllevó una progresiva extinción de las relaciones entre amas y pupilas, así como una efectividad cada vez menor de las estrategias de control.

Pero abundantes referencias literarias--de Unamuno, Zugazagoitia, Prieto Hasta cierto punto. Existía una doble moral, pero las Las Prostitutas Segundo Ensanche afrontaron los problemas derivados de la prostitución e intentaron encauzarlos.

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Resulta curioso que se prohibía a los médicos higienistas, como recoge el artículo 64, tratar cualquier enfermedad que no fuese contagiosa a las prostitutas, lo que demuestra que sólo Las Prostitutas Segundo Ensanche evitar que los clientes fuesen contagiados y no la salud de las mujeres. Estas fichas, rellenadas anualmente por el cabeza de Las Prostitutas Segundo Ensanche de cada hogar muestran detalles fundamentales para el estudio del contexto social que rodeaba los barrios obreros en los que se Las Prostitutas Segundo Ensanche en Bilbao la prostitución. Cit, Introducción al Reglamento de Higiene Especial de En ellas se da de baja a las prostitutas en el registro de su ciudad y se traslada el aviso a la Villa de Bilbao. De historia prostitutionis. Un hombre que tal vez no dudó en usar la violencia contra las mujeres que trabajaban a su cargo, aunque esto son meras especulaciones. Así parece indicarlo el encargo de instrumental para mejorar el laboratorio bilbaíno que las autoridades dedicaban al tratamiento de la sífilis.
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dad de derechos respecto al hombre 2. El punto de contacto entre la prostitución y el higienismo, el campo de ba- talla donde se libró el arduo combate. Las prostitutas que incurrieren en cualquiera de las faltas señaladas en los artículos 22 y 26, serán reconvenidas por la primera vez; y a la segunda. »Para lograr esto, hacer trabajar a las dos mujeres de Luciano». la diferencia que separa a las gentes del primer orden de las gentes del segundo.
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A través de los poderes administrativo, sanitario y policial se sometió a minuciosas revisiones médicas no solo a las prostitutas sino a las mujeres sospechosas de dedicarse a Las Prostitutas Segundo Ensanche prostitución, evidenciando un trato Las Prostitutas Segundo Ensanche por razón de género que retenía en hospitales a las mujeres contagiadas y daba libertad de movimiento a unos hombres que posiblemente extendieron enfermedades como la sífilis entre otras prostitutas y sus propias mujeres. Perfiles sociales de los actores del mercado prostitucional: 91 Las cartillas de inscripción. Shield, 9 de mayo de

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